17 de marzo 2014

José Emilio Pacheco: Un afán adolescente por aprender

A modo de homenaje, tras el reciente fallecimiento de José Emilio Pacheco, el pasado 27 de enero a los 74 años, hemos recuperado una entrevista ofrecida a nuestra editorial el año 2001.

¿Qué significó haber ganado la primera versión del Premio José Donoso? ¿Lo esperabas?

No sabía ni siquiera de la existencia del Premio, mucho menos de que yo estuviese como candidato. Fue una sorpresa total que, desde luego, me da mucha alegría. Uno no escribe para ganar premios, pero todo reconocimiento es como una confirmación de que no estamos tan equivocados al escribir.

El Premio es particularmente grato porque viene de Chile y porque no hubo la menor política literaria en torno suyo. Agradezco la infinita generosidad del jurado al escogerme y, antes, al leerme entre tantos libros y autores como existen hoy en día.

Un motivo adicional de gusto es que el Premio lleve el nombre de José Donoso por quien tuve gran efecto y admiración.

En tus declaraciones al momento de conocer la noticia del Premio «José Donoso» planteas una paradoja, por un lado «los cuarenta y tantos años escribiendo», y por otra, tu «afán adolescente por aprender». Sinceramente, ¿te has planteado la posibilidad de retirarte de la escritura?

– Nunca he pensado en retirarme de lo que constituye la justificación de mi vida. Lo que sucede es que ya no tengo fuerzas para contestar entrevistas, presentarme en público, y al mismo tiempo escribir y leer. Es muy agradable verse rodeado de amigos y hablar de uno mismo, pero me hace sentirme tan culpable de no trabajar –sobre todo cuando me falta tanto por aprender y por hacer y me queda, aun en el más optimista de los casos, tan poco tiempo de vida– que a veces he pensado que si dejara de escribir podría dedicarme sin culpa ni angustia a los viajes, las conferencias y las ferias de libros.

El premio se entrega al conjunto de la obra de un autor. Tú eres poeta, ensayista, novelista, traductor, cuentista, periodista, entre otras cosas, ¿qué género te acomoda más?

– A cambio de mis torpezas e ineptitudes puedo escribir con la mayor facilidad y naturalidad en todos los géneros literarios. Esto no significa complacencia porque me paso la vida reescribiendo, aún los textos ya publicados. Cuando se me ocurre algo no pienso en el género: lo escribo y nada más.

Para quien desee triunfar y ser conocido, lo peor que puede sucederle es la multiplicidad de los géneros. Así, quien lee mis poemas no lee mis narraciones. ¿Cómo voy a exigirle que lo haga si ya tuvo la generosidad de darme horas de su vida y su tiempo? El caso es mucho más grave en México porque hay muchas personas que sólo conocen mis crónicas.

 

Respecto al dinero del Premio, declaraste que lo utilizarás para «comprar tiempo para escribir, porque me libera para terminar todo lo que no he acabado».

La expresión «comprar tiempo» se la escuché hace 30 años al escritor Ricardo Garibay y me llamó mucho la atención. Luego me di cuenta de que significa el no tener que hacer cuanto uno hace para poder escribir. Ahora mi situación ha mejorado mucho (a pesar de la terrible crisis mexicana) pero hubo un tiempo en que tenía que escribir varios artículos a la semana, hacer traducciones, dar clases y trabajar para la radio y la televisión. Todo esto, no con el objeto de enriquecerme sino de sobrevivir. Mi situación ahora, tras 40 años de trabajo, es privilegiada, sobre todo en el contexto de la miseria que me rodea. Y sin embargo, el dinero del Premio «José Donoso» –que puede no significar nada para un cantante o un futbolista– significa para mí una cantidad impresionante de artículos y otros trabajos.

¿Qué hará José Emilio Pacheco con el diploma enmarcable y la medalla?

Los guardaré entre mis recuerdos. Considero patético exhibir trofeos en la sala de tu casa. En este sentido, me marcó para siempre una crónica de Rubén Darío sobre su visita a Gaspar Núñez de Arce. Fue un poeta célebre, ya no lo es, y las medallas y diplomas que exhibe tienen el aspecto desolador de las flores marchitas.

¿Qué es lo que aún no has acabado y te falta por terminar? ¿Se viene alguna novela nueva, poemario, traducción, ensayo?

Si hablo de lo que no está acabado no lo terminaré nunca. Sólo puedo referirme a lo que se encuentra a punto de publicarse: un volumen de Alfaguara, paralelo a la compilación de poemas que es Tarde o temprano, donde se reúnen los cuentos y novelas; la nueva versión de Morirás lejos, que saldrá en ERA y tal vez en LOM; y la traducción de los “Cuatro Cuartetos” de T. S. Eliot en que he trabajado durante 15 años y que publicará Alianza Editorial.

 

* Entrevista realizada por Mónica Benavides en el marco del

Premio Iberoamericano José Donoso, 2001.

 

LOM Ediciones

Revista de arte, literatura y política.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *