12 de marzo 2015

La escena y escenas.

Partamos de la noción “underground” de escena. La escena del metal, del punk, del rap: pequeñas escenas. Pero escenas donde las cosas pasan. En la escena suceden los verdaderos acontecimientos, fuera del bullicio de la publicidad o, tal como se designa desde la escena, de la comercialidad, de los “vendidos”. La escena impone su verdad, es (el lugar mismo de) la verdad. La escena es universitaria por excelencia. Marchant: “lo que las universidades modernas y contemporáneas básicamente pretenden, a saber: que ellas ‘saben’, que ellas ‘controlan todo el saber’”. Todo lo que esté  fuera de la escena es falso, aparente, sólo lo que es en la escena es importante, es acontecimiento. No hay verdad fuera de la escena.

¿Existe la escena en el ejercicio de la filosofía en Chile? Vergonzosamente no existe la escena (lo cual ya sería suficientemente vergonzoso) sino varias la escena. ¿Por qué la insistencia en la particularidad y determinación de la escena (por el uso del artículo definido singular, digamos)? Porque en todas se pretende ser lo último, ser la situación, el lugar de acontecimientos. Así, “los especialistas en‘filosofía francesa’”, “la filosofía analítica”, “los renegados de la academia” (quizás ahora “los de Francia” o “los de Estados Unidos”), etc. Distintas la escena donde suceden cosas, las cosas. Universidades fuera de la Universidad (transformación de lo universitario ya descrito por Thayer).

Ahora bien, ¿resulta artificial ligar esta idea de escena con la noción de escena “marchantiana”? No hay que confundirse.En este sentido habría que decir que la escena de la que hablábamos arriba es justamente la pretensión de ser sin escena (en sentido marchantiano): lugar exterior (exterior a la academia, exterior al mercado) que se plantea como lugar puro de verdad. Así, la escena como pretensión universitaria de lo sin escena. Marchant: “la universidad contemporánea debe forzarse a ignorar la operación de su saber, es decir, de las fuerzas, los deseos, los gestos, las relaciones de poder, en una palabra, las escenas en que se funda. El discurso filosófico universitario moderno y contemporáneo determina la idea filosófica como lo por esencia sin escena”.

Así, problema de la “situación”“filosófica” en Chile: varias la escena, varias la escena que se plantean como las únicas, o las únicas en su ámbito. Así, lógica de clubs ya sea en pugna indiferente (“no somos como los de allá”) ya sea en paz indiferente (“no entiendo/no me interesa/nunca voy a entender lo de allá pero ocupa un lugar diferente al mío”). Imposibilidad de discusión a nivel nacional (sobre todo nacional) que es también imposibilidad de luchar (por lo tanto, de saber) teórica y políticamente de manera seria. Necesidad de pelear quizá, necesidad de confrontación por lo menos, para recién saber en qué estamos y si es que estamos en algo. Fin a la lógica de las la escena, necesidad de superar la situación actual ya descrita hace tiempo por Marchant: “la falta de referencias teóricas, un no saber lo que se debe saber, ausencia de ese consenso teórico, como exigencia, cuando trabajo real sobre lo que importa; consenso producto del trabajo común, del intercambio constante de ideas y, sin duda, y no es lo menos, producto de la capacidad de aguantar la dura lucha teórica y política personal”. Necesidad del trabajo común más allá de grupos privados.

Nacido en Santiago en 1991. Licenciado en Filosofía. Vocalista de Senador Vitalicio.

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