13 de mayo 2010

Teatro Chileno en 8 Actos

El teatro chileno también está de fiesta. En el marco de las muestras teatrales de “Stgo. a Mil” en su versión 2010, y abriendo las celebraciones del Bicentenario, nuestra editorial publica de manera conjunta 8 obras de los más destacados dramaturgos y colectivos nacionales: Tres marías y una rosa (David Benavente, Raúl Osorio y T.I.T); Lo crudo, lo cocido y lo podrido (Marco Antonio de la Parra); Topografía de un desnudo (Jorge Díaz); El coordinador (Benjamín Galemiri); Cinema Utoppia (Ramón Griffero); Moscas sobre el mármol (Luis Alberto Heiremans); Los payados  de la esperanza (Raúl Osorio, Mauricio Pesutic) y Hechos consumados (Juan Radrigán).

Todas ellas representan la legítima línea teatral de las últimas décadas, siendo una expresión evidente de nuestras mayores interrogantes sociales y cobran vigencia porque nos ayudan a comprender cuál el estado las artes escénicas en nuestro país. Son autores consagrados que, de las formas múltiples, permitieron cimentar parte del mejor teatro nacional, ya que como actores, directores y dramaturgos, de una enorme trayectoria, siguen con vitalidad re-estrenando por medio de esta lectura el hito que determinaron en su tiempo y las continuas actualizaciones de éstas, siendo llevadas impecablemente a escena en su versión Bicentenario.

Destacamos, muy particularmente, la publicación de Los payasos de la esperanzaCinema UtoppiaTopografía de un desnudo y la reedición de Hechos consumados, porque invitan a reconocer con textos así de profundos, la trayectoria del dolor, la desmesura del olvido, la violencia del crimen y la fugacidad de la vida. Son “pequeñas grandes obras” que van montando un compilado preciso, para que las nuevas generaciones –en los formatos sencillos y económicos de la colección de Libros del Ciudadano– se compenetren con historias y personajes inolvidables, ayudándoles a reconocer el valor del teatro en esta “sociedad del espectáculo”, donde prima la superficialidad, la emotividad intencionada y la risa fácil en torno a la desgracia y la diferencia.

Si la vida es un escenario, estas 8 obras leídas como un corpus de selección confirman que muestras de este tipo deberían continuar, como una posibilidad de seguir cultivando un género demasiado vivo y necesario para una comunidad que crece desde su tradición y se proyecta hacia el futuro: sintiéndose más chilena, como actores claves de su destino y una identidad, a ratos, tan imposible de reconocer.

Carcaj

Revista de arte, literatura y política.

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