14 de abril 2018

Con el vértigo necesario

 

 

Con el vértigo necesario para destruir cualquier ritmo

me escindo del mundo,

me voy siempre lejos

por ser/padecer la monstruosidad.

 

Transito por este valle

en conjunción con mi propia sombra,

no tengo aspectos armónicos con los cuales dialogar.

Si me tocan nuclearmente desconecto

y avalancho todo con mi ira,

soy devota

de la amargura.

 

No me miren,

por las noches soy de fuego y me consumo.

 

Tardía a veces

aparece una pregunta

y no sé si seguir yendo o volver,

mas no importa

ya no hay nada,

tengo miedo como

para no creer.

 

No me miren,

por las noches soy de fuego y me consumo.

 

Si me placen los destrozo con colmillos,

puedo gritar la eternidad llorando y no me basta.

Tengo el hábito de sentirme juzgada,

de juzgar al que me juzga

y detonar la rudeza,

vivir la libertad de la crudeza.

 

Beber la soledad de la torpeza.

 

Hacer

de la tristeza una gran certeza.

Crear

con este miedo una fortaleza.

(y vivir ahí, vivir ahí.)

 

No me miren,

por las noches soy de fuego y me consumo

 

*Imagen de portada: «Eva», de Luigi Stornaiolo

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