22 de marzo 2011

Japón, tan lejos tan cerca

Marzo 11, las costas del Pacífico se remecieron tras los 8,9° Richter en la isla de Japón. Y un tsunami, nombre conocido por nosotros, cuando uno de los países más telúricos del mundo, volvió a ocupar las planas. Y en los cables se habló de alertas de oleaje unas 12 horas más tarde, siendo esa nuestra única preocupación como un déjà vu del Bicentenario. Pero ¿qué ocurre con el ciudadano del metro, los campesinos, pescadores, las mujeres, niños, los millares de nipones que debieron quedarse en sus trabajos encerrados como ratones de laboratorio, enviando mensajes de texto?

A este lado del planeta ni nos despeinamos, y emerge nuestro indolente individualismo que, ni por compasión o empatía, avizora más allá de sus preocupaciones inmediatas: alerta de maremoto, crisis de las exportaciones, alarma nuclear, el costo de nuestra vida después de la tragedia, mientras la suya pareciera valer menos que cero.

Faltan lecturas más sensibles, que nos alejen del ombliguismo que falseamos con solidaridad mediática y escandalosa en la prensa desaforada.

La rueda de la naturaleza cobra lo que le hemos arrebatado, cuando el hombre se volvió una amenaza para el hombre.

En esta ocasión Carcaj, ha reunido, tres visiones, la de un Japón posible nada más que en la memoria y la desolación por el escritor Hugo Rivas; la urgencia de las mentiras y las verdades en opinión de José Leandro Urbina, más las denominadas Lecciones de una tragedia con que Jorge Larraín sitúa y defiende al País del Sol.

Revista de arte, literatura y política.

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